Elegir el neumático adecuado para tu gravelera no es fácil, ya que dependerá de factores como el terreno, el clima, los objetivos que tengamos, nuestra experiencia e incluso lo que planeemos hacer. A continuación, te dejamos algunas consideraciones para poder elegir tu próximo neumático:
1. Ancho del neumático Creo que aquí nos encontramos con una de las principales interrogantes y donde vemos los mayores cambios a medida que evoluciona el gravel. Los neumáticos para gravel varían en anchura; podemos encontrar desde 33c hasta 55c (equivalentes a 2.25 pulgadas en medidas MTB). El ancho influye en la comodidad, estabilidad, seguridad, tracción y manejo sobre diferentes superficies. Mientras más anchos sean los neumáticos, tienden a ofrecer más tracción y estabilidad en terrenos irregulares. En contraste, los más delgados pueden ser más rápidos en terrenos lisos. Hoy en día, la rapidez está relacionada con sentirse cómodo sobre la bici y la estabilidad; en la ruta, han aumentado el ancho enfocándose en un mejor contacto con el terreno, menos vibración y mayor agarre, siguiendo una tendencia similar el gravel.
Diseño del dibujo del neumático El diseño varía según el tipo de terreno para el cual está diseñado el neumático, así como la separación y la altura de las calugas. En general, los neumáticos con calugas o tacos más pronunciados, es decir, más agresivos, son ideales para terrenos sueltos y técnicos como ripio, caminos con calamina dura o senderos. Los diseños más lisos son mejores para superficies pavimentadas y de mejor calidad en gravel. No hay uno mejor que otro; la elección dependerá de lo que busquemos y de los lugares donde andemos habitualmente.
3. Protección contra pinchazos Sin duda, este tema merece un post específico y lo abordaremos más adelante. Usar sistemas para reducir las probabilidades de pinchazos es crucial, aunque no hay una respuesta definitiva. Dependerá del feeling que nos guste tener con nuestra bici, del tipo de terreno por el que generalmente rodamos y de nuestro estilo de manejo. Es importante evaluar la compatibilidad con nuestras llantas y neumáticos, así como usar un sistema que no absorba demasiado líquido tubular y probar la presión adecuada. Aunque existen varias marcas y medidas, nada garantiza evitar completamente los pinchazos, pero estos sistemas suelen permitir seguir andando durante un tiempo tras un pinchazo.
4. Presión del inflado de los neumáticos Otro de los aspectos muy relevante al usar neumáticos, ya que esta elección afectará directamente el rendimiento, la seguridad, la estabilidad y nuestra experiencia en la bici. Lo bueno es que podemos ajustar la presión según el terreno, las condiciones climáticas, nuestro estilo de manejo y el formato en que estemos. No es lo mismo ajustar la presión para una salida tranquila que para una carrera. Los neumáticos más anchos permiten presiones más bajas para una mejor absorción de impactos y tracción en terrenos sueltos, a diferencia de los más delgados que necesitarán una presión mayor para evitar llantazos o pinchazos. Existen herramientas para encontrar la presión aproximada, pero es una elección muy personal que hay que probar, ya que depende mucho de cada estilo de manejo, nivel técnico, peso del ciclista, neumáticos y otros factores. Dedicar un día a probar y entender cómo se siente la bici con diferentes presiones puede marcar una gran diferencia en nuestro manejo en gravel.
En conclusión, si esperabas una respuesta específica, no la encontrarás aquí. Creemos firmemente que cada rider debe aprender a entender su estilo de conducción, elegir neumáticos, ajustar la presión y probar, probar y seguir probando. Sin duda, la experimentación marca la diferencia y te convierte en un mejor gravelero o gravelera, con mayor conocimiento, entendimiento desu estilo, capacidad técnica, reconocimiento de tipos de terrenos y prioridades al andar.
Fotos de Claudio Olguín.
Comentarios